Mi interés por este tema de la transferencia sexual se delimitó hace varios años, a través de varias conversaciones con mi colega Vivian Guze. Comenzamos discutiendo varios incidentes de procesos mal llevados en torno a asuntos sexuales, – en un par de casos por formandos y en un caso por un terapeuta bien establecido -.

Nos asombramos de lo útil que es la formación bioenergética en la preparación de terapeutas para hacer frente a situaciones difíciles de naturaleza sexual. Y después de estudiar todos los programas en los que habíamos estado comprometidas, concluimos que en la mayoría de los casos, cuando enseñábamos cómo abrir la pelvis y tratar las respuestas inmediatas que ocurrían, habíamos descuidado centrarnos en el propio proceso de elaborar los asuntos sexuales. Además, habíamos sido negligentes en ponernos a trabajar directamente con los problemas que surgían en torno a la contratransferencia y a los pasajes al acto de los terapeutas.

A causa de lo difíciles y complejos que son estos asuntos, y la enorme profundidad de sentimientos que evocan, desde la ansiedad a la rabia, a la culpa y a la vergüenza, no es extraño que haya una considerable evitación en torno a este tema.  Pero, al omitir una atención específica a esta área en nuestros programas de formación y en nuestro aprendizaje continuo, estamos perpetuando una gran falta de claridad y mucha inconsciencia, – que muy a menudo puede acabar en algún grado de abuso de los pacientes y, a veces, de los formandos -. Y también significa que los terapeutas se puedan sentir aislados cuando tienen que hacer frente a problemas y preguntas en esta área. Esto se ha tratado como el incesto en la familia; el sentimiento puede ser que no hay nadie con quien hablar, cuando enfrentados a semejante dilema.

Así pues, mi objetivo al presentar este material es proporcionar un comienzo y una dirección para una posterior exploración y clarificación. Además, quiero hacer un fuerte alegato por una atención más amplia y sistemática a estos temas en nuestros programas de formación.

La tarea de la fase edípica

Cuando un paciente entra en la consulta del terapeuta, está entrando con necesidades o problemas a una autoridad para que le ayude, y está a punto de comprometerse en una relación intensa e íntima. La naturaleza de la situación establece el escenario para una transferencia parental. En determinado momento, si no inmediatamente, los sentimientos edípicos y los asuntos edípicos van a ser parte de esa transferencia.

 

Virginia Wink

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